lunes, 28 de julio de 2014

Apuntes de edición en Fantasía, por Sebastián Garrido

"Old School", de TheJeffster
En esta serie de lúdicas notas personales, Sebastián Garrido* nos comparte su experiencia y conocimientos como lector y editor de Fantasía en Chile. En ellas, abordará aspectos como la vía usual de creación y publicación de obras fantásticas en nuestro país y la dificultad para delimitar el concepto de Fantasía en un contexto editorial ahogado por el marketing y la poco rigurosidad académica y teórica.

De papiros y artilugios

Estas son unas breves notas, incluso digresiones, provenientes de mi experiencia en la evaluación y edición de obras de Fantasía. Las releí e intenté ordenarlas sin la intención de guiar, sino más bien de compartir ideas y discutir prejuicios que rondan en la creación, edición y publicación de novelas de esta estética. Son muchos los puntos de controversia, desde la asimilación del género a las letras nacionales hasta la posibilidad —o imposibilidad— de aplicar nociones provenientes de la academia en la edición y difusión de una obra catalogada —correcta o incorrectamente— como de Fantasía.

miércoles, 28 de mayo de 2014

La fobia a la Fantasía (I): el temor a la bondad y la esperanza

"Children's Prayer", de Darkmello
De buenas a primeras, pensar en un posible miedo a la Fantasía parece extraño o, cuando menos, obsoleto. Pocas cosas parecen estar más en boga hoy en día —y desde distintas disciplinas, además— que uno de sus aspectos esenciales: el poder de la imaginación para construir mundos que permitan reconsiderar nuestra propia realidad. Sin embargo, aun cuando el discurso al respecto suela ser positivo, su superficialidad sólo consigue hacer más evidente una mirada bastante más cerrada de otros aspectos no menos relevantes para la Fantasía, llegando incluso a censurarlos, anularlos o ridiculizarlos. En esta serie de columnas breves me dedicaré a analizar algunos, intentando encontrar respuestas al rechazo que muchas personas parecen dedicarles.

En esta oportunidad, empezaremos con una pregunta bastante explícita: ¿se han dado cuenta de los anticuerpos que en la sociedad generan expresiones positivas o esperanzadoras en torno a la humanidad? Nos encontramos de pronto revisando nuestros propios discursos, a ver si no se nos ha escapado una palabra cursi o intelectual o políticamente incorrecta como corazón, amor, espiritualidad o ética. Basta con que nombres alguna de ellas para que se incrementen las posibilidades de que alguien te tache de moralista, amante de la autoayuda, canuto, fundamentalista o,(incluso) imbécil, aunque las emplees en un discurso claro, coherente y bien argumentado.


miércoles, 21 de mayo de 2014

La Fantasía según Orbis Alia


"Purple", de Sandara
Dada su naturaleza polisémica, la palabra «fantasía» es difícil de definir o precisar. El rango de significados posibles abarca desde una imposibilidad o pensamiento ilusorio hasta un proceso psicológico compensatorio, recreativo o escapista. Más allá de que estas acepciones sean válidas o no, el hecho es que el alcance semántico de la palabra es tan amplio que da, incluso, para hablar de pornografía.


viernes, 16 de mayo de 2014

Bienvenidos a Otro Mundo

En la mitología celta, el Orbis Alia es el otro mundo, la esfera colindante con el mundo humano en la que habitan los seres feéricos como las hadas o los elementales. Si te suenan nombres como Tír na nÓg o Tír na mBam, o las Islas del Mar de Occidente, entiendes por donde van nuestros referentes. Creemos que la Fantasía es el arte de crear mundos distintos al nuestro por medio exclusivo del lenguaje y la imaginación. Sin embargo, hoy resulta insuficiente hablar de ella solo en términos genéricos. La Fantasía Épica, por ejemplo, con su imaginario refrito, su obsesión con la guerra y el poder, ya no nos identifica. Tampoco lo hacen sus vertientes más «revisionistas», empecinadas por innovar o tratar temas, en teoría, «adultos». En Orbisalia estamos convencidos de que aquellas manifestaciones han perdido total contacto con las raíces de la estética feérica que nació, como movimiento, durante los primeros años del siglo diecinueve, aunque nos haya estado acompañando desde tiempos tan remotos que no podemos recordar.